viernes, 10 de mayo de 2013

Te necesito

Holaa Luciérnagas :)

Como los jefes de este blog sois vosotras no me ha quedado mas opción que haceros caso y subir el pequeño One Shot de Snape y Harry. Si me ponen un cuchillo en la garganta y me sobornan con una noche con nuestro profesor preferido, ¿que otra cosa podía hacer? Jajajajaja

Me gustaría aclarar antes de nada que la historia no esta terminada y tampoco esta dentro de mi lista de proyectos importantes. En algún momento me pondré con ella y la terminaré  pero por ahora, Nawid, Rumbo a las estrellas y las traducciones ocupan todo mi tiempo. Aprovecho también para pediros un pequeño favor, ¿ tenéis alguna idea de como queréis que continúe? ¿alguna cosa que siempre os habéis imaginado para esta pareja pero nunca lo encontrasteis en otros fanfics? Esta historia es para vosotros, y se trata de que os guste, así que todos los comentarios que me dejéis o mensajes que me enviéis los tendré en cuenta para terminar la historia cuando me ponga con ella.

Desde mi punto de vista, esta historia no es mía  es de todos y quiero que todos pongáis vuestro propio granito de arena para terminarla. Cualquier idea por absurda o inalcanzable que os parezca decírmela  después de todo, estas son siempre las mejores.

Espero que os guste la idea y que me ayudéis con la continuación de la historia.

Un beso muy grande a todos y os dejo con el primer y único capitulo que tengo:






Te necesito


     El eco de unos pasos presurosos resonaba con fuerza por los oscuros pasillos de Hogwarts. Pasaban más de dos horas del toque de queda, y el profesor Snape estaba a punto de terminar con su ronda nocturna. No había visto el rastro de ninguno de los alumnos del Colegio, mucho menos de los Gryffindor. Eso era lo que más le había sorprendido. Ni siquiera Harry Potter había hecho acto de presencia, cosa que se podía considerar un tanto extraña. Sin embargo, el profesor de pociones no perdía la esperanza de ver al de ojos verdes correteando por algún pasillo para poder quitarle unos cuantos puntos a su casa.

     Su mente viajo sola hacia el chico de pelo negro. Desde que la guerra había terminado se había comportado de una manera muy extraña y se mantenía retraído en su interior. No se juntaba con el que antes había sido el Trio Dorado, no hablaba con nadie a no ser que le hicieras una pregunta directa, y sus respuestas no eran precisamente oraciones compuestas, era muy raro verle probar bocado…. Parecía más bien un zombi y no una persona. Y eso era muy extraño, no era el comportamiento que se esperaba del Chico-que-vivió, era sospechoso. Por lo menos esa era la excusa que se ponía a si mismo cuando su mirada se perdía en el cuerpo de Potter y le seguía por los pasillos, por el Gran Comedor o por los terrenos del Colegio. Pero claro, eso nunca lo admitiría en voz alta, ¿Snape preocupándose por Potter? ¿Por el hijo y ahijado de sus enemigos? Nunca.

    Así que tenía dos excusas que en su mente eran completamente válidas. Por un lado, el chico actuaba muy sospechosamente y por otro lado estaba al agradecimiento que le debía por haber salvado su vida. Como le había salvado de la muerte cuando el Señor Oscuro decidió que ya no precisaba de sus servicios, ahora estaba en deuda con el estúpido Gryffindor y le tocaba velar por su salud. Él no se preocupaba, de eso nada.

     Dándose por vencido, abandono la tarea de buscar Gryffindor fuera de su Torre, y regreso con pasos lentos hacia las mazmorras. Era muy tarde y tenía ganas de meterse en la cama, además al día siguiente tenia clase de pociones con los leones y las serpientes. Controlarlos, y evitar que se mataran los unos a los otros en medio de una explicación, requerirá mucha más energía de la que se hubiera podido imaginar. Daba igual que la guerra hubiera terminado y que todos estuvieran repitiendo curso, la animadversión que existía entre las dos casas era legendaria.

     Unos ruidos extraños recorrían el corredor en el que tendrían que estar sus habitaciones. Según se iba acercando, fue capaz de identificar al causante de los alarmantes alaridos. Un cabello más despeinado que de costumbre, una bufanda roja y amarilla que brillaba contra la oscuridad del pasillo,  una túnica negra y raída que seguramente había visto mejores días  y unos anteojos de culo de botella que reconocería en cualquier parte. Harry Potter estaba llorando como un bebe, encogido en el suelo, a las puertas de sus habitaciones personales.

    -¿Se puede saber qué hace aquí, Seño Potter?-

     El chico tardo unos momentos en responder. Primero alzo la cabeza del refugio que había creado entre sus rodillas y brazos. Sus ojos brillaban como dos luciérnagas en la noche y el cabello alborotado se pegaba a su cara inundada en lágrimas.

     -Yo... esto… profesor…- Harry no pudo terminar la frase. Con un salto se alzó sobre sus pernas y se lanzó con todas sus fuerzas contra su profesor. Como un náufrago contra un salvavidas enroscó los brazos alrededor del níveo cuello y hundió la cabeza en el pecho de este. El olor del profesor se coló en sus sentidos y consiguió que su cuerpo se relajara parcialmente.

    -¡¡POTTER!!- gritó el profesor horrorizado.- ¿¡Se puede saber que está haciendo!?- Snape no cabía en sí de su asombro. Su mente se había ido de vacaciones y su cuerpo no le respondía. No se movió para separar le cuerpo tibio que se pegaba a él como una lapa. Tan solo fue capaz de quedarse completamente inmóvil y más pálido de lo normal.

     -Todos… Sirius… Remus…. Dumbledore…. Todos están muertos profesor…- las lágrimas comenzaron de nuevo su recorrido por las mejillas del chico y Harry no tuvo fuerzas para detenerlas antes de que empaparan la túnica negra del profesor.

     -Señor Potter.- Snape sabía que lo que iba a decir no era lo más correcto en este momento, pero no conocía cual era el procedimiento que se usaba en estos casos. Nunca se había sentido cómodo con otra persona tocándole, mucho menos abrazándole, así que s refugio en el habitual sarcasmo- ¿Tiene usted que contarme algo que no sepa ya? Porque si no es así, no entiendo que hace a estas horas fuera de su casa Potter.- a pesar de las palabras algo de preocupación acompañaba al normalmente agrio tono. Sus manos viajaron solas hacia los hombros del más joven, con la ligera intención de hacer que su cuerpo dejara de invadir su espacio personal, pero para sorpresa del profesor, se mantuvieron quietas sobre el chico.

       Harry no se molestó en contestar y se sacudió brevemente para alejarse del profesor y de sus palabras hirientes, pero las manos sobre sus hombros le impidieron moverse. Intento decir algo, cualquier cosa para aligerar el ambiente, pero sus sollozos le impedían empelar ni una sola palabra y mucho menos una con sentido.

      -Tranquilícese Potter. Va a convertir Hogwarts en una piscina. Venga aquí.- aun sabiendo que no era muy buena idea meter a un alumno en sus habitaciones y mucho menos a un desconsolado Gryffindor, se dijo a si mismo que no tenía más opciones. Si dejaba a Potter tirado en el pasillo cualquier profesor podía encontrarlo y no estaría muy bien visto que un alumno estuviera llorando como un amante rechazado a las puertas de la habitación de otro profesor. Y claro está, si no lo encontraba un Slytherin antes. Eso podía ser aun peor.
Como si de una marioneta se tratase, el cuerpo de Potter le siguió sin ofrecer resistencia alguna hacia el interior de su cuarto.

       -Suélteme Potter.- esta vez la orden no fue ignorada. Harry fue soltando su agarre lentamente hasta que su cuerpo perdió el contacto con el del profesor. -Iré a buscar una poción calmante. Usted siente ahí.- indicó el mayor señalando una de las butacas gemelas que estaba en frente de la chimenea. Comprobó que el alumno seguía su indicacion antes de desaparecer por una de las puertas laterales.

      Regresó a los pocos minutos. Potter estaba en el lugar exacto que le había mandado. Tenía las rodillas apretadas contra su cuerpo y sus brazos envolviéndolo, como si se fuera a romper en miles de pedazos en cualquier momento.

     -Tómese esto Potter.- el nombrado tardo un poco en responder, y cuando lo hizo no levanto la cabeza de su posición. Tan solo estiro el brazo y llevo el vaso a sus labios. Cuando el brebaje verde hubo desaparecido, Snape le quito el vaso que peligraba con ir al suelo y lo coloco sobre una mesita auxiliar. Luego tomo asiento en la otra butaca y se dispuso a mirar a su extraño visitante.

     Potter había cambiado mucho, tanto mental como físicamente. No se parecía en nada al niño perdido y asustado que había llegado al Colegio años atrás. Tenía ojeras muy marcadas, prueba de que no estaba durmiendo bien. Su pelo negro seguía tan desordenado como siempre, y su piel estaba muy bronceada, en contrate con la piel de Snape. La cicatriz de la frente era menos evidente por el tono dorado de la tez.

     Cuando Potter comenzó a hablar, Snape salto en su asiento. Había estado tan concentrado mirando a su alumno que no se dio cuenta hasta que las palabras salieron de la boca del menor.

     -Sabe profesor, nunca imagine verme en las mazmorras en busca de consuelo, y mucho menos, buscándolo en usted.- el nombrado no se sintió insultado. El historias de peleas que habían tenido entre ambos solo era igualable al que el Gryffindor había tenido con Draco.- Cuando me pare a pensarlo detenidamente, me di cuenta de que no me sorprendía.- la voz salía un poco más calmada que antes, y los sollozos habían remitido gracias a la poción.- Usted siempre ha estado ahí. Cuidándome las espaldas, vigilándome o preocupándose por mí, aunque yo nunca me diera cuenta. Desde que llegue aquí en primer año, usted se convirtió en mi sombra.- por un momento sus ojos se perdieron en las llamas, recordando todas las veces que el profesor de pociones había salvado su vida.- Estuve muerto, durante la Batalla, solo fueron unos segundos. Pero Dumbledore se presentó ante mí y me lo confeso todo. Desde aquella primera vez en el partido de Quidditch hasta la última, cuando murió para salvarme.-  Snape cerró los ojos con fuerza la oír el nombre y se rasco instintivamente el dorso de su brazo izquierdo.- Nunca pude darle las gracias. Ni a usted ni a él por todo lo que habían sacrificado por mi causa. Nunca me atreví a hacerlo.-los ojos verdes se movieron hacia los negros del profesor.- Sé que su trabajo termino hace medio año. El mismo día en que la Guerra termino. Pero no he podido evitar sentirme un poco egoísta esta noche. No he olvidado a Remus, a Sirius o a Dumbledore. A ninguno de los que cayeron en la batalla. Pero todos están muertos, ninguno está aquí.- Los ojos se cerraron por un momento y cuando se abrieron de nuevo brillaban con más fuerza que nunca y de nuevo estaba anegados en lágrimas.- justo en ese momento me di cuenta de que no los necesitaba. No ahora y no a ellos. No para esto. ¿Por qué debía buscar lo que usted había estado haciendo por mi durante estos años, en ellos? Le necesitaba a usted, no a los demás…- termino el muchacho en un suave murmullo.

     -Potter…- decir que el profesor estaba asombrado era quedarse corto.

     -Por favor Señor. No me eché, déjeme estar aquí un poco más.- Potter no sollozaba y se veía más tranquilo pero las lágrimas corrían por su cara como si de dos ríos se tratase. Su cuerpo temblaba ligeramente y el corazón de Snape se rompió. El también había perdido a muchos amigos en la guerra, a mucha gente que le importaba. El también merecía el consuelo que se había negado durante tanto tiempo.

     -Venga aquí Potter.- el de ojos verdes lo miro sin comprender pero obedeció al momento.- Si alguien se entera de esto será niño dorado muerto, ¿Me entiende?-

     -Si profesor.- contesto el menor con los ojos llenos de extrañeza, sin comprender aun a lo que el mayor se estaba refiriendo.

      Aprovechado ese pequeño retazo de valentía que parecía haberle visitado durante unos minutos, agarro el brazo del de ojos verdes y lo arrastro hacia sí mismo, hasta que el cuerpo del menor quedó sentado en su regazo.

       -¿Profesor?- Harry lo miraba como si estuviera viendo a Voldemort recién salido de la tumba, otra vez. Una sola mirada de Snape basto para que el de ojos verdes cerrara la boca y se refugiara en su cuerpo buscando calor y contacto. Las lágrimas seguían cayendo, inundando la túnica del mayor y Snape no pudo hacer nada más apretar sus brazos alrededor del chico y arroparlo de la mejor manera que sabía. Después de todo, no lo podía mandar con Filch para que él y su estúpida gata lo consolaran.

      Cuando el chico pareció terminar de soltar lagrimas como un aspersor, levanto la mirada y los ojos de ambos se encontraron a unos pocos centímetros de distancia. Las manos de Snape que habían estado moviéndose por toda la espalada del Gryffindor dándole apoyo, se detuvieron abruptamente y todo el cuerpo del mayor se congeló.

      Sus ojos estaban unidos por una cuerda invisible que los acercaba el uno al otro, poco a poco, milímetro a milímetro hasta que ya no hubo espacio entre ellos, ni una sola brisa de aire su hubiera podido colar entre sus labios.

      Los labios temblorosos de Harry chocaron contra los de Severus, los alientos de ambos se entremezclaron y sus bocas se unieron como en un juego de niños pequeños. Al principio fue torpe, suave y abrupto, como si de un columpio se tratase, las emociones del primer contacto crearon un cosquilleo en sus estómagos.

       Harry no lo podía evitar, no lo quería evitar. Su lengua escapo de su control y se encontró con los labios de Snape, acariciando, tentando. Y fue todo lo que ambos necesitaron para que sus bocas entraran con completo contacto. Las lenguas se movían una sobre la otra probando y tocándose con miedo al principio, con seguridad después.

       Cuando la necesidad de aire se hizo presente, el primero en apartar su cabeza fue Harry, pero no se fue muy lejos. Con la frente apoyada en la de Snape, los ojos cerrados y los labios hinchados y rojos en Gryffindor era completamente incapaz de retroceder.

      Los ojos esmeraldas se volvieron a abrir, cegados por el deseo y sin alejarse de los negros de Snape, volvió a inclinarse con la intención de retomar lo que estaban haciendo en el momento en que se habían separado.

       En ese momento Snape se dio cuenta de lo que habían estado haciendo. De lo que había pasado entre ellos. Con un estremecimiento alzo las manos de la espalda de Harry y las coloco en sus hombros, frenando su acercamiento. Con más fuerza de la que imaginaba empujo al menor, sacándolo de su regazo y obligándole a ponerse de pie. Él mismo no tardo en seguirlo.

       Los ojos verdes de Potter le miraban todavía inmersos en el deseo, pero la confusión reinaba en sus facciones.

       -Potter yo… yo…- murmuro a la vez que retrocedía un paso.

       -No. No se valla. Le necesito.- Los ojos se cerraron un segundo y luego pronuncio las únicas palabras que habrían hecho que el profesor le escuchara de verdad.- Te necesito.- las palabras rompieron la barrera que contenía los sentimientos de Snape. Todo lo que había estado escondiendo se desbordó y acabo con el poco control que aún le quedaba.

       -Merlín Harry.- las palabras terminaron abruptamente cuando los labios de ambos se volvieron a encontrar. Eran de la misma altura, por lo que no necesitaban inclinarse para mantener el contacto. Los labios de Snape eran delgados, pero suaves y su aroma era asombroso, un olor almizclado a especias oscuras. Un escalofrío viajo directo a la entrepierna de Harry. La tibia lengua del profesor encontró la suya en un tiempo record, explorando la boca de arriba abajo. Su cuerpo tembló brevemente cuando la lengua de Severus suavemente se deslizó sobre sus labios. Ambos quedaron jadeando, recuperando su aliento cuando el beso terminó.

        Esta vez fue Harry el que acercó sus labios y presionó su cuerpo contra el del mayor. Snape sintió su erección presionando contra su muslo y jadeo frotándose contra él a la vez que Harry se daba cuenta de que el profesor estaba en el mismo estado. Sin dudarlo ni un momento, los pasos de Severus los llevaron a ambos hacia el dormitorio.

        Harry no se dio cuenta del desplazamiento hasta que la parte trasera de sus piernas choco contra el borde de una cama, en la que cayó de espaldas. Se movió hasta el centro de la cama y se dispuso a quitarse la túnica y las capas de ropa que llevaba debajo. Cuando quedó solo en ropa interior, miro a Severus, quien al igual que él ya se había desnudado y corría a esconderse entre las sabanas. Harry frunció el ceño, quería ver a Snape desnudo, pero pronto cambio a sonrisa cuando se giró para estar en los brazos de su profesor.

        En vez de invadir inmediatamente su boca, comenzó a dejar besos por su mentón y quijada. Harry sonrió al ver los ojos de Severus cerrarse y como estiraba su cabeza hacia atrás, dejando más espacio para que pudiera explorar su cuello. Bajó sus manos hasta encontrar la erección dura como piedra de su amante. Se detuvo lo suficiente para quitarse su ropa interior, tirándola a un lado. Volvió a inclinarse sobre Severus, envolviendo sus brazos a su alrededor y girando a ambos, dejando a Severus encima.

        -Hazme el amor Severus.- Era la primera vez que lo llamaba por su nombre y no pasó desapercibido por ninguno de ellos.

        -Estas...-

       -Sí. Por favor Severus.- el nombrado pestañeo un par de veces y luego se puso manos a la obra.

       Severus se estiró hasta un lado de la cama y revolvió uno de los cajones, regresando con la poción correcta. Empujó las piernas de Harry hacia arriba y esparció la poción sobre el pequeño agujero fruncido, que pulsaba bajo sus dedos.  Lentamente insertó un dedo, sonriendo al ver como el de ojos verdes jadeaba con los ojos cerrados. Se tomó un momento para relajar la abertura de Harry antes de alinear su erección con el agujero que pedía a gritos ser llenado

      -Harry, estás seguro de esto....- la voz estaba temblorosa.

         -Merlín sí. Hazlo de una vez Severus, por favor.- rogo con la cabeza hundida en el cuello del mayor.

          Gritó su nombre cuando por fin le embistió. Se quedaron por unos segundos abrazados, besándose lentamente con las bocas abiertas, con las lenguas jugando entre sus bocas. Harry movía la cadera suavemente sólo por sentir la polla de Severus  llenándole. Snape coloco sus manos a ambos lados de su cara y comenzó a moverse. Harry no podía dejar de jadear y gemir, con las manos clavadas en la espalda del otro, arañando, marcando.

          Al principio Snape se movía lentamente y sus estocadas eran profundas.  Después comenzó a golpear en su interior como un animal en celo, velozmente y sin sentido alguno.  En un momento dado, las manos de Snape fueron hacia su culo, agarrando con fuerza y manteniéndolo quieto. Dos últimos empujones carentes de ritmo, y el semen de Snape corrió, llenado el interior de Harry con una tibieza que hizo que el de ojos verdes se viniera sobre su propio abdomen. Harry cerró los ojos gimiendo su nombre  a la vez que ledas y oleadas de semen salían de su miembro dejándolo agotado.

     Sus ojos se cerraron solos sin que pudiera evitarlo y una sonrisa se extendió por sus rasgos.

      -Potter, ¿no ira a dejar este desastre así?- a pesar de que había usado su apellido, las palabras sonaban con algo que solo se podía tachar de ternura.

        -Mmmm… buenas noche Sev…- murmuro de nuevo antes de caer completamente dormido con el espléndido peso del profesor sobre su cuerpo.

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      Cuando Harry abrió los ojos a la mañana siguiente tardó varios minutos en saber dónde se encontraba. Lanzó un brazo al otro lado de la cama, buscando el cuerpo caliente de Severus para envolverse entre sus brazos como la noche anterior. Se decepciono cuando noto que las sabanas estaban frías y ningún cuerpo descasaba sobre ellas.

       Se giró hacia el lado donde el cuerpo de Snape tendría que haber estado con un nudo en su garganta. Ver que no estaba era peor que solo sentirlo. Una nota, descanso sobre la almohada le llamo la atención. Una sonrisa se extendió por su cara al darse cuenta de que el profesor no le había abandonado sin dar explicaciones. Con un suspiro feliz le cogió y la desdoblo cuidadosamente para empezar a leer.

        La puerta se cerró momentos después con un terrible estruendo. La única prueba de la noche pasada descansaba sobre la cama, escrita con letra elegante, desdibujada donde las lágrimas del de ojos verdes habían caído sin control.

Espero que, tal y como usted acepto la noche de ayer, esto no salga de aquí Señor Potter. Le pido por favor que se dirija a sus aposentos lo antes posible y se olvide de lo que ocurrió aquí.
Severus Snape.



18 comentarios:

  1. aaaaaaaaaaaa me encantaaa! Lo has escrito muy lindo! Y me gusta muchoo! Que pena que este parado v.v

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    1. Muuchas gracias jajaja, esta detenido por ahora, pero en cuanto encamine un poco el resto de los proyectos, y con vuestra ayuda, lo terminare. Jjajaja
      Un besooo

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  2. Hola, Sienna, me ha gustado mucho, aunque no soy Potteriana, pero me gusta cómo escribes y me he quedado con ganas de leer más. ¿Pero es que Snape siempre tiene que ser tan borde? Jajaja. Besoss.

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    1. Minu es que Snape es Borde, esta en su naturaleza.

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    2. Jajajaja Saito tiene razonn Snape no seria Snape si fuera un oso de peluche jajaja Me alegro que te haya gustado y mcuhas graciass jajaja Un besoo ^^

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  3. Hola Sienna, yo me espero hasta que este terminada y la verdad prefiero el Drarry, he estado leyendo Snarrys y como que no me los creo jajaja
    besos y buen fin de semana :D

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    1. Holaa :) jajajaj me parece buena tu idea, aunque vas a tener que esperar para leerlo completo por que no se cuando me podre poner con ello jajaja Créeme yo al principio tampoco les encontraba la gracia, y aquií acabe. ajajaj
      Un beso y muchas graciass ^^

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  4. waaaaaa amos las historias de HP ♥
    y esta sin duda me encanto...muchas gracias sienna por este oneshot... :) quiero saber lo que sigue jajaja pero bueno, esperare con paciencia a poder leerlo ♥

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    1. Jajajjaja que animooo !!!
      Gracias a ti por leerme jajaja vas a necesitar mas que paciencia pero tengo una buena noticia ajjaja pronto estara Nawid 1 reeditado listo para todoss jajaj ^^
      Un besooo

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  5. Holaa Sienna me encantoo guauu te quedo fantasticoo escribes muy bien y ahhhh quisiera leer continuacion pobre Harry!! je!! me encantoo!!!! gracias buen fin de semana!!

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    1. Holaa :)
      Muchas graciasss a ver cuando encuentro un agujero para ponerme con ella jaja
      Un beso muy grandee ^^

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  6. Genial! me encanto el capi. A ver si te animas a continuarlo. A mi me gustaria que ahora Harry usara el truco de la indiferencia y los celos (me gusta lo clásico).
    Muchas gracias por compartir tu talento con nosotr@s, no se porqué no te habias animado antes a postearlo con lo bien que está.
    Besos

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    1. Holaaa :)
      Me alegroo un monton de que te haya gustsdo tanto jajaja. Te voy a hacer caso y voy a jugar un poco con los sentimientos de Snape muajajaj
      No lo subi antes por el echo de que no esta terminada jajaj y no quería meterme en mas proyectos, pero finalmente me deicidi.
      un beso y muchas graciass

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  7. Gracias por compartir el fic (: Amo los snarrys (: espero lo continués, besos

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    1. Holaa :)
      Jajja gracias a ti por pasarte ^^ No se cuando, pero no lo voy a dejar asi jaaj tendrá su continuación. Besosss

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  8. Muy bueno, me ha gustado mucho. Muchas gracias y un abrazo.

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  9. Hola Sienna me gusto mucho,espero poder leerlo completo, como siempre me encanta lo que escribes.
    besos

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